Tiene 35 años y finalmente puede hacer sin tapujos eso que tanto ama: jugar al fútbol. Es que al principio no fue nada fácil. «Yo jugué desde chica, siempre me gustó, pero antes eran otros tiempos en los que las niñas debían jugar a las muñecas. Igual yo jugaba en la calle con mis vecinos y mis hermanos. Ya cuando se empezó a ver esto, donde se le daba prioridad a la mujer, me largué sin pensarlo», contó Patricia Dominguez, jugadora de Defensores de San Lorenzo, en diálogo con La Excusa Deportiva.
«Yo me inicié jugando en el Abanico, hasta que me vine acá, donde estoy desde ya hace 6 años», dijo Patricia que se gana la vida como peluquera y depiladora. Además, como si fuera poco, es mamá de dos chicos. «La mayor tiene 13 años y el más chico 11. Mi sueño es que Dios me dé vida para ver a mis hijos triunfar en lo más alto y en lo futbolístico salir campeonas», añadió.
Patricia juega de defensora en el conjunto pocitano y se define como una futbolista ‘rústica’. «En algunas ocasiones juego de mediocampista, un puesto que me fascina. También hago futsal», sostuvo.
Si bien todavía no pudo lograr un título, el deseo permanece intacto. «En Primera no pude, pero sí en algunos campeonatos relámpagos. Sé y confío que pronto va a llegar ese momento. No me voy a retirar sin vernos campeonas», aseveró.
Patricia, hincha de Boca y de Maradona, confesó que lo mejor que le dio el fútbol son las amistades. «Tengo las mejores compañeras. Conocí personas divinas».
Para finalizar, habló de algo que anhela con fuerza: «que cada vez sean más las chicas que hagan esto sin miedo, sin importar la edad, sin importar nada.Y que los hombres las apoyen y acompañen siempre».